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Marihuana Legal

  • Foto del escritor: Jesús Alberto Buitrago
    Jesús Alberto Buitrago
  • 20 nov 2010
  • 2 Min. de lectura

Nada de nuevo tendría la eventual decisión del pueblo de California de legalizar la marihuana, si no fuera porque en la propuesta de referéndum se incluye todo el proceso de consumo, es decir, ya no solo sería legal consumirla sino producirla y distribuirla. Es que ya son varios los Estados y Países europeos los que han despenalizado el consumo de no solo la marihuana sino de la cocaína, pero en contrasentido sigue siendo delito producirla y distribuirla; como ocurre en Colombia desde que la Corte Constitucional despenalizo el consumo de dosis personal de marihuana, cocaína y heroína.


Una de las grandes novedades de la posible legalización que apruebe el pueblo de california es que la economía estatal se fortalecería de dichos ingresos por vía de los impuestos, con lo cual se aliviaría la crisis económica del Estado más rico del mundo, sí oyentes, lo que oyen… generar ingresos para el funcionamiento del Estado, nada descabellado como sucede en nuestro país al vivir los departamentos y especialmente la salud del cigarrillo, el trago y los juegos de azar; fenómenos que en antaño también fueron delitos perseguidos por policías y jueces…


Eso confirma, entonces, la hipocresía gringa que ya conocíamos, pero que no era aceptada, que el problema de las drogas para Estados Unidos termina reduciéndose a un problema económico, no en vano son los mayores consumidores drogas del mundo.


Que buen juego económico… digno de regulación de un tratado de libre comercio… cuando ya Colombia no es la productora de la mejor marihuana del mundo… la legalizan…

Sigamos pues sacrificando a nuestros policías, fiscales y jueces por una lucha que siempre terminará beneficiando económicamente intereses extranjeros, mientras nuestras viudas y huérfanos yacen en la la miseria; en Madrid, Londres, Bonn, Los Ángeles, Ámsterdam y New York se sopla la droga como perros calientes.


Nada más triste y fulminante que mirar a los ojos de nuestros microtraficantes, bonito nombre, para jibaro: jóvenes sin esperanza en sus miradas y con sus humanidades carcomidas por el hambre, ese es su delito, buscar el pan diario en el vicio que para otros es sinónimo de bacanería. Durante cuánto tiempo fue delito el consumo de cafeína, alcohol, el cigarrillo, el homosexualismo, la bigamia, la infidelidad, y la evasión de impuestos, entre otros.


NO MÁS VIOLENCIA Y DESOLACIÓN POR LO QUE EN EL FUTURO SERÁ UNA FUENTE DE INGRESOS PARA EL FINANCIAMIENTO DE LOS GOBIERNOS.


 
 
 

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